La llamaron Segunda República y vino a nacer en el lugar equivocado, en el tiempo equivocado. ¿Pero quién elige cuándo y dónde nacer? Mientras Europa se abrazaba al fascismo y al nazismo, en España, la vieja España, se quiso emprender el viaje contrario: caminar hacia las libertades de una democracia parlamentaria, algunos, o trepar hasta la rama más alta del sueño de libertad que ofrecían los comunismos (trotskista o estalinista) y el anarquismo, otros. Fue un camino cuesta arriba que acabó en descenso a los infiernos con la Guerra Civil. Con ilusión se intentó pintar de color un paisaje gris ceniza, quemado y devastado después de siglos y siglos de absolutismo, cerrazón, atraso tecnológico y ausencia de libertad. Los restos de aquel imperio hispano, que solo dejó en herencia hambre e ignorancia, fueron los lastres que provocaron que la Segunda República se estrellara solo ocho años después de haber despegado. Vinieron cuatro décadas de olvido, división, prohibición, cárceles y exilio. En los 30 años siguientes –después de la muerte de Franco y ya, presuntamente, en democracia–, ser republicano quedó arrinconado como un hecho folklórico. Igualar completamente a los bandos en la barbarie fue la amnesia perfecta para condenar a la Guerra Civil a ser poco más que vivero de ideas para escribir guiones de cine. Una nota curiosa de nuestro pasados. Así, para muchos la República Española se equiparó al Franquismo, reforzando la figura de la Monarquía como el único camino posible hacia una edulcorada libertad.

El 14 de abril se cumplen 83 años del nacimiento oficioso de la segunda experiencia republicana de España (la primera duró menos de un año). Paralelamente, en nuestras calles aumenta el clima de rebeldía en pos de una libertad sin aditivos ni mordazas. Después del oasis de la burbuja económica que, al compás del ladrillo, creaba millonarios al mismo ritmo que hipotecaba vidas, bastantes mentes han comenzado a pensar de forma crítica. Tras aquella borrachera, la resaca se alarga. Sentimos lo que es tener hambre de nuevo. Sufrimos por la incertidumbre que escribe las líneas del futuro. Sabemos que hemos sido engañados y nos cabrea ver la impunidad con la que se han embolsado cantidades millonarias los trileros que llevaron a cabo la estafa. Sometemos, en definitiva, nuestra cabeza a preguntas y buscamos respuestas. Encontrarlas será el papel de www.negratinta.com, una revista on line que nace con alma de papel.

No por casualidad venimos al mundo (el digital, en nuestro caso) el 14 de abril. Quisimos arrancar rindiendo homenaje a la Segunda República. Por esa razón, rompimos el silencio para ofreceros nuestro análisis sobre esa semilla de igualdad plantada a principios de la década del 30 en España. Retratamos a los personajes de aquellos trepidantes años. Entrevistamos a sus descendientes más directos. Reflexionamos sobre lo que pudo ser y no fue. Intentamos intuir si algún día será. Esto es www.negratinta.com, plaza pública para ver, leer, opinar y debatir de manera independiente. Un espacio abierto para pensar sin complejos.

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