Yo no soy antisemita, qué tontería el que lo piense. En Marruecos ha habido judíos desde hace 2.000 años, mucho antes que la llegada del islam; de hecho es la primera religión monoteísta que hubo en Marruecos. En el centro de la medina de Tetuán estaba la comunidad judía sefardí, los expulsados de España en el año 1492. Cuando en el S XIX los españoles entraron en Tetuán se quedaron flipando de que hubiera una comunidad judía que hablaba el castellano, aparte del árabe. En Tetuán está el cementerio sefardi más grande y mejor conservado, con unas 10.000 tumbas. El cementerio se divide en dos: Cementerio viejo o de Castilla (donde hay tumbas desde 1492) y el Cementerio Nuevo, de finales de S XIX hasta mediados del XX. A la tumba de Ben Gualid van judíos de todo el mundo cada año en peregrinaje y nadie les dice nada ni les tiran piedras.

Una sección del cementerio nuevo

Una sección del cementerio nuevo

 

 

Un par de tumbas de las miles que hay en el cementerio viejo o "de Castilla"

Un par de tumbas de las miles que hay en el cementerio viejo o «de Castilla»

 

La judería está totalmente restaurada, incluso se puede ir a la sinagoga Ben Gualid. Aún conservan el nombre las calles judías, muchas de ellas son el nombre de la ciudad española de la cual fueron expulsados. Otros hacen honor a ilustres personajes, como el propio Ben Gualid, la sultana Cohen o Vidal Sefarti.

sevilla

Calle Sevilla de la judería de Tetuán

 

Antes del ensanche de Tetuán por fuera de la medina a manos de españoles durante el protectorado surgido a principio de S. XX, la judería, mellah, era el barrio con más habitantes de toda Tetuán. El mellah llegó a albergar dieciséis sinagogas, entre ellas las llamada Taurel, Benmalcá, Vidal Israel, Maimón, Nahón, la Pintada, o de los Serfaty. Todas ellas desaparecieron conforme sus habitantes comenzaron la emigración a Israel y fueron vendidas junto con sus viviendas a ciudadanos musulmanes, quedando solamente y como testimonio de la rica vida que albergó la judería la del rabino Isaac Bengualid

Interior de la sinagoga Bengualid

Interior de la sinagoga Bengualid

 


Una comunidad que lleva más de 2000 años en Marruecos, más otra sefardí de 500 años, en pocas décadas dejaron de estar. Dejaron de existir. De 300,000, o más antes de la creación de Israel, a apenas unos 5.000 en la actualidad. Todos fueron absorbidos por el proyecto sionista, muchos embaucados, demasiados pecaron de inocentes al dejar la tierra de sus ancestros.  Lo veía hasta místico, algo tan arraigado a la marroquinidad, (no se podría explicar la cultura y el folclore marroquí sin los judíos de Marruecos) de pronto no existía. Se siente el vacío, os lo aseguro.

Casa de los Cohen, en el centro del ensanche de Tetuán

Casa de los Cohen, en el centro del ensanche de Tetuán

 

 Judíos escritores, artistas, políticos y revolucionarios han sido prolíficos. Recordemos a  Abraham Serfati (Casablanca, 1926 – Marrakech, 2010):

Su familia era originaria de Tánger. Era ingeniero de minas, judío y comunista activista por la liberación de Marruecos de manos de países imperialistas, lo que le conllevó a entrar en la cárcel. Más tarde, en 1970, independizado ya Marruecos, rompió con el partido Comunista y fundó Ila l-Amam (adelante) partido de extrema izquierda de orientación Marxista-Leninista que actuaba en la clandestinidad luchando contra la tiranía de Hassan II, pero que fue duramente reprimido durante Los años de plomo. En 1972 fue torturado (otros asesinados) y en 1974 entró en la cárcel donde se convirtió en el decano de los presos políticos de Marruecos; y después de la liberación de Nelson Mandela, de toda África tras pasar 17 años encerrado. En 1991 salió de la cárcel en silla de ruedas, pero no pidió perdón, se le quitó la nacionalidad marroquí y se le mandó al exilio, no sin antes gritar «¡Viva la República!» delante de todos. En el año 2000, Mohamed VI, un año después de ser coronado, le permitió volver a Marruecos y le devolvió su ciudadanía. Era antisionista, luchó a favor de la creación de un estado Palestino y su partido fue el único en pedir la autodeterminación del pueblo Saharaui.

Abraham Sefarti

Abraham Sefarti

En el fondo de mi corazón lo que más deseo es que volvieran todos los judíos de Marruecos a Marruecos. Lo que más pena me da, muchísima, es que se tuvieran que ir. Siempre he estudiado sobre ellos y me he interesado por su legado y he buscado su rastro como un hermano que busca a otro hermano que ya no está con él. Eso es lo que realmente siento. Y que la gente crea que judíos y musulmanes nunca han sabido vivir en paz. Aún hay 5.000 judíos que se quedan todo el año en Marruecos y luchan por mantener su legado milenario, como por ejemplo en el museo de Casablanca, único de su estilo en el mundo árabe. Preguntadles de dónde se sienten: 100% de Marruecos. Algunos son incluso fervientes nacionalistas. Y los que están en Israel, hablan la misma lengua que yo, su cultura es la misma que la mía, así como los vestidos folclóricos o los festejos nupciales. Van de vacaciones a Marruecos, a la que es su verdadera tierra. Van a Marruecos de peregrinación. Otros regresan para siempre. Otros sienten nostalgia por la tierra que les vio nacer, que llevan en la sangre y a la que les gustaría regresar. Aún así, por mucha estima que les tenga como hermanos desaparecidos, no puedo tener simpatía por el estado donde residen: Israel.

No puesto tener simpatía por un estado que niega la existencia a otro pueblo. Que ocupa a otro pueblo. Que masacra a otro pueblo. Que roba a otro pueblo las tierras. Que humilla al otro pueblo. Que insulta al otro pueblo. Lo siento, pero no puedo.

Los palestinos luchan por su tierra porque de ella han sido expulsados y ocupados, porque es la tierra donde han nacido sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos y usan esa injusticia mezclada con nacionalismo y acentuada por la religión, para luchar contra Israel y recuperar su tierra. En cambio, en Israel, muchos no han nacido nacido allí. De los que han nacido allí, muchos de sus padres no lo hicieron y sus abuelos mucho menos. La mayoría son de fuera, de Europa, de América, África… y luchan por Israel y ocupan Palestina por la cara porque en la biblia pone que esa tierra es suya. Pese a esto nadie, desde occidente, es capaz de ver que todo lo que hace Israel es por fanatismo religioso. Yo les pido a los judíos marroquíes que vayan a Marruecos para luchar por el avance y el bienestar de su verdadera tierra junto a los que han compartido existencia:  musulmanes, cristianos, árabes, bereberes, gnawas.. O a otro país que no cometa las atrocidades que comete Israel, pero teniendo claro que su  patria durante milenios ha sido Marruecos y no Palestina. Que Palestina ya es la patria de otros desde hace mucho tiempo y que no tienen porque ser cómplices del atropello sionista.

Judíos de Marruecos recién llegados a Israel

Judíos de Marruecos recién llegados a Israel

Cuando la comunidad internacional pida perdón al pueblo palestino. Cuando digan que partir su territorio en dos y darle a una minoría de recién llegados la mayoría de la tierra. Cuando digan que la creación de Israel fue y sigue siendo un atropello, entonces una gran parte de los palestinos encontrará la paz. Entonces ya se podrá negociar lo que sea. Mientras el discurso continúe siendo «Es que son ellos que no aceptan la partición» como si estuvieran obligados a aguantar y hacerlo a la fuerza, nada va a cambiar. Mientras que no se les tenga en cuenta para nada, así como fue en la creación de Israel, donde ni siquiera se les preguntó si cedían la mitad de su terreno,cómo, cuánto y por qué, no cambiará nada. Son así de pesados, qué le vamos a hacer.

De mientras, yo seguiré soñando para que los judíos de Marruecos vuelvan a la tierra de la que nunca tuvieron que irse: Su verdadera casa. Muchos dicen que fueron engañados por Israel para ir y que una vez ahí no les dejaron volver, porque el estado de Israel sólo se sostenía si llegaban olas migratorias masivas de judíos; y no es que llegaran, sino que la propia inteligencia de Israel iba a por ellos y los sacaba clandestinamente. Aunque si ahora volvieran todos de golpe junto a sus descendientes, lo más seguro es que se les vería con recelo; y no por ese supuesto odio visceral de los musulmanes hacia los judíos, que no ha existido hasta la creación de Israel, sino por miedo de que a ellos también les dividan la tierra injustamente en dos. Pero ellos no lo harían. Ellos son marroquíes. Judíos, pero Marroquíes. No les hace falta dividir nada porque ya están en su casa. La tierra en la que han convivido desde siempre con los demás.

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