Ayer CIU votó en contra del derecho a la autodeterminación del pueblo Palestino, Saharaui y Kurdo. PP y C’s también votan en contra, pero dentro de su miseria, es normal que lo hiciesen ya que están en contra del derecho de autodeterminación de Catalunya. C’s sólo votó a favor del referéndum para la autodeterminación del Sáhara por aquello de la «deuda española». ERC, la CUP y ICV-EUiA votaron a favor y PSC, por su parte, votó también a favor menos a la autodeterminación del pueblo Kurdo.
Hasta aquí todo normal, pero no olvidemos una cosa:
CIU, que se ha tirado años dando la tabarra con el derecho a la autodeterminación de Catalunya, se la niega a los demás. CIU, que se ha tirado los últimos años hablando de los derechos de las naciones, de la soberanía, de un estado para una única nación, de la libertad de los pueblos para elegir su futuro, de referéndum y de autodeterminación de los pueblos…se lo niega a los demás. CIU se lo niega a los demás. CIU y sus votantes, que para algo les apoyan.
El que quiere a su tierra, el que se la tiene en estima, el que lucha por ella y busca la libertad, se ve reflejado en los otros pueblos que desean lo mismo. El que quiere a su tierra, el que quiere decidir sobre el futuro de su nación y busca la autodeterminación no se lo niega a los demás. El que quiere independizarse de un territorio no se lo niega a los demás, sino que se hermanan los pueblos y luchan juntos por la causa común. El que quiere el fin del sometimiento de un estado sobre su nación no se lo niega a los demás, pero CIU no quiere a su tierra; CIU quiere el dinero que Israel aportará a sus negocios.
Les da igual que Israel esté pisoteando al legítimo pueblo palestino. Les da igual que ocupen tierras palestinas ilegalmente, que destrocen poblados. Les da igual que bombardeen Gaza hasta casi exprimirla. Les da igual el racismo, las vejaciones y las humillaciones que someten día tras día los militares y los colonos ilegales israelíes a la población Palestina. Les da igual que roben día tras día tierras a los Palestinos. Les da igual que creen muros de la vergüenza con políticas de Apartheid. Les da igual que hagan asentamientos ilegales en Palestina. Les da igual que bombardeen el edificio de la ONU en Gaza, donde está toda la ayuda humanitaria, de la que vive el 80% de la población por culpa del bloqueo Israelí. Todo lo que haga Israel les da igual porque lo legitimarán diciendo que Israel tiene la legitimidad de defenderse. ¿Defenderse de quien? Como dijo Noam Chomsky: «Cuando los israelíes en los territorios ocupados ahora afirman que tienen para defenderse, se están defendiendo en el sentido de que cualquier ocupante militar tiene que defenderse de la población a la que están aplastando. No puede defenderse cuando se está ocupando militarmente tierra ajena. Eso no es defensa. Llámalo como quieras, no es defensa «
Artur Mas, que se ha recorrido media comunidad internacional pidiendo apoyo para su plan soberanista, se lo niega a los demás. Ayer fuimos testigos de la hipocresía, del cinismo, de la vergüenza y de la ignominia de CIU al negar a los demás lo que pide para sí mismo. Bueno, de CIU y de sus votantes, porque ya somos mayorcitos para saber que también somos responsables de lo que votamos. Esto también sirve para Israel, porque los responsables de lo crímenes que hace Israel no sólo son los dirigentes sino aquellos que votan a partidos que bombardean Gaza día tras día. Aquellos que votan a partidos para que ocupen ilegalmente territorio en Palestina y se asienten colonos con la protección del ejército hebreo. Aquellos que votan a partidos cuyas políticas son racistas, imperialistas y discriminatorias. Aquellos que votan a partidos para que creen muros de la vergüenza y políticas de apartheid. Aquellos que luego son atacados, en territorio que han ocupado ilegalmente, por un palestino arrinconado, crucificado por el hastío, vejado, humillado en su propia tierra y aferrado a la religión, que es lo único que le queda, y la comunidad internacional se echa las manos las manos a la cabeza. Y no son capaces de ver otra causa a parte de la que quieren hacer creer: Son radicales porque sí. Nadie les hace nada. Israel sólo se protege.
Israel tiene carta blanca para perpetrar todos los crímenes sobre Palestina y sobre los palestinos, que para eso sufrieron un holocausto. Nadie les va a decir nunca nada, y si les dicen algo, les sale por la otra oreja y continúan. Otra cosa ya no es que les dejen hacer lo que quieran, sino que les apoyen sinvergüenzas; y ayer CIU apoyó lo que hace Israel porque otro punto de la moción era replantear las relaciones de la Generalitat con el Gobierno de Israel, como el que instaba al Govern a publicar todos sus acuerdos con el Ejecutivo israelí y las empresas e instituciones del país. El texto reclamaba también que el Govern no impulse ningún acuerdo con empresas e instituciones, incluso univesidades israelíes «que tengan un papel directo y demostrado en la ocupación y colonización ilegal de territorios palestinos». CIU votó en contra de esto y cuando votas en contra de algo y eres el ejecutivo, entonces estás a favor. CIU está a favor de la ocupación israelí. Está a favor del Apartheid. Está a favor de que Israel acabe engulléndose lo poco que le queda de Palestina. Está a favor de que Palestina nunca exista. Está a favor de todos los crímenes que perpetra Israel y es algo normal cuando hace poco Artur Más dijo en unas declaraciones que «Israel es un ejemplo para el futuro estado Catalán»
Me gustaría ver a los de CIU formando una nación y que otros vinieran y les dijeran que hace dos mil años vivían allí y que ahora esas tierras ya no son de CIU. Me gustaría que les echasen de sus casas, que los arrinconasen forzosamente con el ejército. Me gustaría que les bloqueasen para que nada ni nadie pueda entrar o salir. Me gustaría que fueran discriminados, humillados y vejados constantemente en su propia tierra. Me gustaría que nadie les hiciera caso hasta que desesperados acabasen radicalizándose. Me gustaría ver qué sienten al ver que la comunidad internacional los tachan de terroristas por protegerse de la ocupación; y a los ocupantes como legítimos defensores de los ataques terroristas. Me gustaría que sufrieran una diáspora y que fueran mendigando asilo. Después me gustaría que nadie les reconociera como nación y que les dijeran que no tienen derecho a la autodeterminación. Me gustaría verles luchar por su tierra, pero quien carece de corazón, quien no quiere a su tierra, quien no la ama, no lucha por ella. No resiste. No sigue alzando la voz. Y CIU tiene cartera, pero poco corazón.